EFQM: renovarse o morir (by Ferran Martinez. CaixaBank)

Iniciamos la sección de «Participantes Ilustres» con Ferran Martinez (CaixaBank), uno de los tipos que más clara tiene la aplicación práctica del Modelo EFQM. Grazie mile por tu aportación y por «ser voluntario» para arrancar esta nueva iniciativa..

 

Ferran Martinez. CaixaBank

Probad de hacer el ejercicio práctico de buscar, en nuestro guía espiritual del siglo XXI  (Google),  algo así como “modelo EFQM”. Lo hice meses atrás, y en la primera entrada me apareció una referencia que se titulaba, y cito literalmente, “El Modelo EFQM de Excelencia. Nueva Versión”. Cuando lo vi, nervioso, a la vez que esperanzado, me abalancé al ratón y pulsando el botón derecho me apareció la siguiente imagen:

 

Obviamente, acto seguido, cursé consulta en la Real Academia de las letras para buscar si había una distinta acepción a la palabra “Nueva” que pudiera aclararme. En fin….

 

Y es que el modelo lleva muchos años activo y en estos últimos podríamos decir que ya no “suena” demasiado en el mercado (ojalá la mayoría de los lectores no esté de acuerdo conmigo). O al menos no suena suficientemente. Su música solo es perceptible para determinados oídos, entrenados en también determinados registros “decibélicos”.

 

¿Y por qué pasa eso?

 

Se podría pensar que ha sido sustituido por algún moderno y novedoso  modelo/enfoque/paradigma con campañas de marketing activas convirtiéndose en “model topic” (como por ejemplo ha sucedido en relación a la calidad con la Experiencia de Cliente). Pero, ¿Es ese realmente el motivo?

O se podría pensar, por otro lado, que se ha invalidado su naturaleza, funcionamiento, rigor, aplicación. ¿Sí? ¿Es ese realmente el motivo?

 

¿Y si fuera que nos hemos pasado de sal los propios conocedores del modelo en, permitidme, “nuestro EFQMismo”? Es decir, quizás los que lo conocemos nos hemos vuelto tan apóstoles que estamos siendo separados de la sociedad. Nos respetan, a algunos más que otros, pero como no nos entienden del todo…

 

Pensemos en el % de organizaciones que se plantean adoptar el modelo en relación al total de empresas de nuestro país. Creo que la cifra resultante arrojaría un valor muy bajo (Otra vez: ojalá me esté equivocando!).

En época de crisis se puede entender que no se invierta en trabajar/mejorar el modelo de gestión empresarial (aunque es clave para la competitividad). ¿Pero ahora?

 

El actual modelo EFQM, así como los pasos asociados que las compañías deben seguir para adoptarlo (e incluso mantenerlo) no ayuda a impulsar acciones que cuiden de la calidad en la gestión, en los modelos de gestión.

Digámoslo en voz alta: no es práctico, no es moderno, no es desplegable, no es fácil, no es comprable.

 

Dicho esto: ¿Nos vamos a quedar así? Pues no. Ahí va mi grano de arena para mover ficha:

 

En mi opinión hay una realidad y dos grandes barreras que impiden que el modelo pueda convertirse en una referencia real, contemporánea, ampliamente conocida y masivamente implantada/usada:

  1. Realidad: No lo conoce casi nadie!
  2. Barrera 1: Al pretender ser un modelo generalista, hay que pagar un elevado coste para poder aterrizar el modelo y el método a la idiosincrasia de cada sector y tamaño de compañía. Es un freno que hace que sectores enteros ni se lo planteen.
  3. Barrera 2: La metodología de evaluación no evoluciona del mismo modo que  la tecnología emergente y, por tanto, crea un entorno poco ágil para su implantación que afecta a las empresas en su adopción, e incluso aquellas que alguna vez lo han implantado, favoreciendo el abandono del mismo.

 

Y la Solución EFQMita: aplicar al producto (EFQM) un 5b, 5c i 5d  de verdad, que transforme disruptivamente lo que conocemos y las políticas de la EFQM-Europa (me vengo arriba), y hagámoslo usando un 4d que sumado a un excepcional 4a nos permita garantizar 6, 8 i 9 (por ese orden además).

Que fácil, ¿verdad?

 

Pues eso es lo que le pasa al modelo: que las soluciones se pueden explicar en una línea pero hacer los enfoques y desplegarlos (y ya no digo ni medirlos o mejorarlos) es un trabajo de titanes. Y en eso no hay manual, no hay guía, hay que dedicar recursos de determinado nivel o contratar consultoría externa. Y eso, no está al alcance de la mayoría de compañías que a menudo rechazan implantar sistemas mucho más simples. O lo resolvemos o la mayoría de compañías, como está pasando, no lo ve, no lo entiende y, por ende, no lo quiere.

 

Y si al final la marca “EFQM” deja de “lucir” (no digo que esté pasando ya), las empresas que podrían adoptarlo por ese motivo finalmente también lo descartarán….

 

En definitiva: EFQM… renovarse o morir.

 

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Saludos,

 

 

 

 

Acerca de Óscar Gracia Oliván
Socio Cofundador We-iN Empresa de consultoría especialista en contribuir a la diferenciación y competitividad de las organizaciones haciéndolas vibrar impulsando el cambio

5 Responses to EFQM: renovarse o morir (by Ferran Martinez. CaixaBank)

  1. Eva Subirá says:

    Una conversación similar tuve no hace mucho con un gran cliente nuestro que conoce el Modelo pero ve inviable por diversos motivos la aplicación en su empresa. Por ahora han apostado por ir tejiendo su estrategia de excelencia pieza a pieza sin pensar en la certificación EFQM. Están priorizando modelo preventivo Compliance, código ético, y buscando opciones de certificación que valoricen más sus procesos y servicios cuore. Quizá algún día certifiquen EFQM….o no. Coincido con Ferran renovarse o morir, mandamiento para cualquier negocio o enfoque empresarial que supere los 15 años. Salu2 a los 2.

  2. Eva Subirá says:

    Pero al Cesar lo que es del Cesar…. el recorrido de aprendizaje que ofrece el Modelo EFQM es realmente su esencia y su elixir, si alguna vez bebiste no dejarás de amarlo.

  3. Ferran Martínez says:

    Que gran punto: esencia y elixir.

    La paradoja es que habiendo elixir para todos y necesidad de tomarlo (por los beneficios que claramente aporta) también para todos, no ocurre.
    Ello conduce a que en esencia hay un claro problema de enfoque. Y como todos sabéis, si el enfoque falla…

  4. Ferrán, sin duda tu análisis es válido y está bien argumentado pero yo, no sé si por obligación o por convicción, no soy tan pesimista.
    Un hecho contundente es que el Modelo EFQM lleva dando servicio en el mercado europeo desde 1991 (¡26 años!) a muchas organizaciones que hoy se estiman entre 30.000 y 50.000 empresas en Europa. ¿Son pocas? No estoy seguro. Estamos hablando de la EXCELENCIA, no de un «commodity», que cualquiera puede tener o hacer. La RAE define la excelencia como «Superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo». Para que sea apreciada como superior tiene que haber inferior y media. Y según la distribución normal representada por la conocida campana de Gauss, asumiendo una población total de empresas en Europa de 23 millones (es el único dato que he sido capaz de encontrar pero agradeceré el dato real y su fuente), podemos situar a la EXCELENCIA, con mayúsculas, en el 0,13% (lo queda a la derecha de 3 de veces la desviación estándar), que significa curiosamente 29.900 empresas.

    Por otro lado, desde el Club ya estamos anticipando la futura revisión del Modelo para que cuando llegue el momento podamos dar el máximo de información útil a la EFQM, propietaria del Modelo. Y estamos, además, revisando como modernizar los métodos de evaluación y adaptarlos a los tiempos digitales en los que estamos inmersos. Y para ambas tareas nos encantará contar con alguien que, como tú, es un experto en el Modelo y su aplicación práctica.

    Gracias por espolearnos, Ferrán!

  5. Ferran Martínez says:

    Ignacio,

    Sin duda tus palabras sí que son un espolón!! Nada mejor para empezar una jornada que una justa reflexión acompañada de acciones de futuro, además refrendada por datos.
    Así que con tu referencia e información me tranquiliza (y mucho) el saber que seguro algo se va a mover en la EFQM y será magnífico!

    Quisiera apuntar un comentario a colación de lo que has expuesto:

    Cuando en mi casa implantábamos la sistematización de modelos de negocio, alguien muy sabio siempre usaba (y usa) lo siguiente (hablando de gestión): Entre dos personas una con una brillante gestión (método, resultados, seguimiento, …) y otra con resultados muy inferiores existe un GAP. La cobertura de ese GAP (por insignificante que sea el avance) significa incremento de la cifra de negocio/calidad/eficiencia/sostenibilidad/etc… para la entidad puesto que mejoras al que tiene recorrido, manteniendo la gestión de los que están gestionando adecuadamente. Eso que puede resultar evidente en innumerables ocasiones no se aplica/trabaja/resuelve/afronta y quizás aquí estamos ante un ejemplo:

    Si me permites tomar tus datos, estamos hablando que 40.000 empresas (por coger un valor medio) en 26 años han recibido de alguna manera los “servicios” de EFQM. Ello nos da la cifra de 1538 empresas por año. Si dividimos ese valor por 28 (que son los países que forman la Unión Europea) nos da una cifra de 54 empresas por país y año. Reconozco que el razonamiento que aporto es altamente demagógico y cargado de errores (para empezar no soy muy amigo de las “medias”) pero lo que quiero mostrar es que el valor es extremadamente bajo.
    El apunte aquí es que estando de acuerdo en que la excelencia es territorio de “Superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo” tocaría impulsar un plan estratégico-táctico en la propia EFQM para disminuir ese GAP, trabajar en mover lo queda “a la derecha de 3 de veces la desviación estándar” y aumentar el nivel de excelencia de los países (y en consecuencia el despliegue de implantación del modelo).

    Cuenta conmigo para cualquier acción que pueda contribuir a ello!

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